Las empresas no aprenden: el FEIL y el desolador 2010.

Este año 2009 el protagonista es sin duda el Fondo Estatal de Inversión Local conocido como FEIL y que está siendo utilizado por todos los ayuntamientos del país para desarrollar obras de bajo calado y más que dudosa utilidad pública. El objetivo principal del FEIL es única y exclusivamente sostener el sector de la construcción, primer pilar económico del país, sujeto a una caida libre en varios frentes: disminución drástica de la carga de trabajo, disminución del acceso al crédito y aumento de la morosidad. Uno de los aspectos positivos que ofrece el FEIL es el pago a 30 días tras certificación y adelantos por una parte de los trabajos. Esto sin duda permite soliviantar los problemas económicos de las empresas que realicen obras sujetas al FEIL. Es sin suda un aspecto crucial que ha de permitir a estas empresas fortalecer su tesorería y reducir su endeudamiento. 2010 no va a ser un año fácil, principalmente porque será un año con menor actividad en el sector que el actual y segundo porque no hay previsto hasta la fecha un nuevo FEIL para 2010 que permita amortiguar el impacto por lo que el sector se verá expuesto a la dura ley del mercado en plena recesión. Es por ello que el FEIL se convierte en una oportunidad irrepetible para que las empresas que opten a sus obras puedan sanear sus cuentas y fortalecerse pensando en lo que les espera el año que viene. El inmenso pastel en que se había convertido la construcción quedará reducido irremediablemente y sólo una parte de los comensales podrán repartirse su porción. 2010 será un año de criba que examinará a las empresas del sector y sólo aquellas que hayan echo los deberes serán capaces de superarlo sin sufrir un adelgazamiento de su estructura, proceso concursal o cierre.  

Siendo realista y viendo el giro salvaje de las empresas volcándose en la obra pública y la obra civil no veo indicios de cambios estratégicos en las políticas empresariales del sector que les permita situarse en 2010 con un nuevo modelo de negocio adaptado al sector. Tras las reducciones de plantilla son ya muchas las empresas que se plantean directamente el cierre definitivo o esperar tiempos mejores. Esto confirma la ausencia de una planificación estratégica en la dirección de las empresas. La construcción es el sector con empresas más débiles, empresas que sólo funcionan en ciclos alcistas de la economía. A estas alturas las empresa que quieran sobrevivir deberán ya tener buen parte de los deberes hechos de cara a 2010 si quieren seguir en este duro sector más allá de ese año.