Proyección y ejecución de calidad: todo el proceso a revisión

Apesar del boom económico de los últimos años la calidad en las construcciones no ha tenido una senda ascendente. Esto ha sido motivado tanto por una falta de profesionalidad como  por la incursión en el sector de personas que sólo atendían a los beneficios. Como todo se vendía las partes implicadas priorizaban dejando la calidad en último lugar. Los avances técnológicos introducidos en los despachos de proyectos vía software de diseño han permitido un aumento de producción a la hora de elaborar proyectos que no ha repercutido en la calidad. El 40% de los errores que se producen en la ejecución son por errores de proyecto, aumentando significativamente cuando hacemos referencia a las indefiniciones de proyecto. Si hablamos de patologías en la construcción el 80% de estas se deben a errores de proyecto.

Se ha hablado mucho sobre los controles de calidad a lo largo de todo el proceso. A las direcciones de proyecto se les presupone su profesionalidad y como son los fiscalizadores de la obras acaban realizando el control de calidad durante la ejecución solventando cualquier error durante este proceso. Y entonces, ¿quien controla su calidad? Son ellos mismos como profesionales los que deben implementar controles de calidad durante el diseño de un proyecto. Es habitual que las direcciones de proyecto maquillen sus errores de cara al cliente durante  la ejecución.

Ante estas circunstacias se hace necesario que las constructoras tengan sus propios técnicos de calidad de manera que les permita detectar errores y problemas con el fin de conseguir una ejecución que atendienda a unos estándares de calidad. Esto repercutirá sin duda en nuestra empresa, convirtiéndola en una empresa que vende calidad en todos lo procesos incluida la ejecución. Entiendo que es un trabajo que en primera instancia compete a los directores de obra pero no debemos renunciar a este control de calidad que repercute en nuestra imagen. Si nosotros anticipamos o solucionamos muchos de los problemas de proyecto, los despachos de proyectos contarán con nosotros porque entienden que estamos concienciados en la calidad del producto generando lazos de confianza. El resultado final será un producto con un alto estándar de calidad.

Desde la dirección de proyecto se han de tener mayores consideraciones en los diseños de estructuras, en el terreno, encuentros entre materiales, idoneidad de materiales, y en multitud de soluciones técnicas que quedan definidas con vaguedad. La dirección de obra ha de implicarse más en la revisión contínua y no conformarse con el control de calidad en obra sea por fichas ténicas, homologaciones, productos certificados, análisis de probetas, proctors,etc. Por parte de la constructora debe introducir la cultura de la revisión del proyecto e introducir protocolos de control de calidad durante las fases de ejecución.

Las empresas que apuesten decididamente por la calidad acaban amortizando este valor. Mejora su imagen dentro de su mercado y le permite entrar en otros nichos de mercado que tienen unos estándares superiores. La fidelización de despachos de proyectos como de clientes finales aumentará. El resultado de este compromiso se percibe de inmediato en el producto pero sus frutos tardan algo más en llegar. No debemos olvidar mirar siempre a las medianas y grandes constructoras y adaptar sus procesos a la medida de nuestra empresa. Si no entendemos que la empresa ha de buscar la excelencia en todas sus áreas tenemos un serio problema y nuestra misión como empresa está equivocada.