Evolución en la empresa
3 de octubre de 2008
El próximo mes voy a asistir a la mudanza de la empresa y a lo que espero sea un cambio de el modelo de estructura. La empresa tiene un modelo de estructura y de producción que no comparto en absoluto y que es fácilmente mejorable. La nuevas oficinas se ubican en una nave industrial que han adquirido, y han sido diseñadas partiendo de cero.
Partiendo de esa base he de esperar que trabajar en unas oficinas de nuevo diseño permita estructurar el modelo de la empresa. Voluntad de mejora y reestructuración la hay pero el movimiento se demuestra andando. Y no son movimientos que requieran de un lento proceso de adaptación, de hecho se puede realizar una reestructuración completa del modelo en apenas unas semanas. El personal de la empresa es clave en esos momentos. Ha de haber voluntad decidida e irrenunciable de cambiar, y se ha de exigir un esfuerzo de adaptación que a corto plazo redundará en una mejora de los procesos internos y un trabajo de mejor calidad. La formación del personal es un proceso clave que ha de permitir un movimiento uniforme de todos los departamentos, sin que alguno sufra de carencias de ninguna tipo, que podrían menguar el óptimo funcionamiento de la empresa y pudrir la manzana. La formación es básica y es ineludible, y deben haber receptividad por parte del personal a la formación como parte de mejora tanto individual como colectiva. Un aspecto de mejora importante y no tan valorado será la marca de la empresa. Se habrán de uniformar los procesos con los clientes creando protocolos internos que acaben fidelizando al cliente. Estos procesos habrán de estar orientados desde el control de calidad que afecta no sólo al área productiva. Y la parte más difícil de todo el proceso será delegar funciones por parte de los gestores a cada departamento. Dejar tomar decisiones a los responsables de cada área funcional es una cosa que cuesta, y aquí vuelvo a introducir la formación como base de todo buen hacer.
Como resumen diré que la empresa es lo que son sus empleados. Si el equipo está formado el nivel de excelencia pasa a ser de la empresa y adquiere esta la cualidad que pasará a ser percibida por nuestros clientes, redundando en una mejor imagen de la empresa y por tanto repercutiendo en el negocio.
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