La reputación en la empresa.

Entre los intangibles que más influyen sobre una empresa se sitúa en cabeza la reputación. Un elemento difícil de valorar que no admite excesivos matices. La definición de reputación hace referencia a la opinión o consideración en que se tiene a alguien o algo. Aplicado a la empresa diríamos que es la opinión que se tiene sobre un tercero en función de la información que se obtiene de este directa o indirectamente. La reputación es un elemento más en la gestión de la empresa y como tal está sujeta a actuaciones que son valoradas tanto por los trabajadores como por clientes, proveedores y banca y que acaba incidiendo por tanto en los resultados de la empresa. Transmitir una imagen positiva de la empresa atendiendo a patrones de excelencia empresarial incluye elementos no sólo de gestión del modelo de negocio, sino también de ética empresarial y responsabilidad social. Cabe reseñar que la gestión de la reputación atañe al día a día y que puede bastar una mala actuación para que la apreciación por parte de los agentes pase a negativa durante un largo periodo de tiempo.

Dentro de la reputación de la empresa dividiremos los elementos que perciben y generan la reputación: el equipo directivo, los trabajadores, proveedores, clientes y banca.


El equipo directivo.
Los directivos de la empresa y su capacitación profesional unido a la política y gestión de la empresa tienen una fuerte importancia en la reputación que tienen de esta tanto los trabajadores, los clientes, los proveedores y la banca.  Transmitir credibilidad, confianza, profesionalidad, compromiso, responsabilidad, son elementos clave objeto de valoración.



Los trabajadores.
Los trabajadores son parte de la reputación de la empresa y su profesionalidad determina en buena parte la percepción que se tiene de esta. La comunicación con los trabajadores ha de ser fluida y han de ser partícipes de la política de la empresa y sus compromisos. Una política clara en los planes de carrera y promoción profesional permite mantener en plantilla a los mejores profesionales y mantener el valor que aportan a la empresa. Una información clara de la situación de la empresa y de su estrategia en tiempo de crisis ayuda no sólo a la tranquilidad y estabilidad de la plantilla sino que además proyecta una imagen de responsabilidad y protección hacia los trabajadores. La percepción de pertenencia e identificación con los valores de la empresa por parte del trabajador aumenta. Los clientes en su relaciones con la empresa perciben esa estabilidad de la plantilla cuando fruto del paso de los años y de las diferentes situaciones del mercado se mantienen los trabadores. Esto también es ayudado por el boca a oreja que transmiten los trabajadores de la empresa entre otros empleados de clientes, proveedores y de la competencia. No debemos olvidar que los trabajadores son la parte más visible de la empresa y por tanto más representativa y de como se sientan en ella y como hablen de la empresa incidirá en la reputación de esta.

Los proveedores.
El trato con los proveedores determina nuestra presente y futura relación con estos. De como gestionemos los descuentos, las formas de pago, pronto pago, las fechas de entradas de facturas, las fechas de entrega de suministros, las condiciones de suministro y otros elementos dependerá el trato dispensado por los proveedores. En las negociaciones de compras es justo y a veces difícil llegar a un equilibrio entre las partes donde ambas queden satisfechas.  No obstante no todo es ceñirse al contrato y hay veces en que hay que ser flexible. La calidad de las relaciones y un clima de confianza son elementos necesarios. Se puede dar el caso de una factura recibida un día después de la fecha de cierre y que debiera de admitirse si el proveedor habitual cumple sus compromisos. Para nosotros supone  un beneficio retrasar ese pago 30 días pero no es nuestro negocio ni afecta a la viabilidad económico-financiera de la obra. El buen entente entre las partes nos permite colaborar en forma de mejores precios para conseguir una obra concreta, un suministro adicional por aumento de medición sin esperas, una visita para ayuda técnica del producto, línea de crédito, y un sin fin de ventajas que sólo se producen cuando las partes colaboran entre sí.

Los clientes.
Atendiendo a los ciclos económicos la apreciación que tienen los clientes o potenciales clientes sobre la empresa incide directamente en como le afectan estos a la empresa. En épocas de recesión económica son las empresas con mejor reputación las que notan con mayor retraso la caída de la actividad aunque no reducen el impacto de esta, tarde o temprano la caída llega con igual intensidad. Esto se debe en parte a que las empresas con mayor reputación suelen tener una parte importante de clientes de calidad que tienen un fuerte músculo financiero y también porque el dinero se vuelve miedoso y los clientes buscan empresas de reconocido y solvencia. Esto permite una ventaja competitiva para prepararse, fortalecerse y realizar cambios estratégicos para cuando llegue la caída de la actividad. Pero es en los periodos de reactivación económica cuando las empresas con mayor reputación obtienen mayor rendimiento de este activo aumentando su actividad mucho antes que el resto y a un volumen mucho mayor. Los clientes de calidad pueden aprovechar los cambios de ciclo antes que los demás.
La capacitación profesional de la empresa para acometer proyectos y/obras complejas también incide en la calidad y cantidad de clientes. Los clientes que se mueven en la excelencia tanto institucionales como privados buscan empresas de la construcción que hablen el mismo idioma con el fin de asegurar llevar a buen término los proyectos. Es fundamental en este caso la imagen que proyecta la empresa pues los clientes tienen que tener confianza en la empresas donde invierten sus recursos tanto para el desarrollo del proyecto como para la ejecución de estos.

La banca.
La banca, por el propio trato que tiene con el cliente es conocedora de la situación financiera de la empresa. El conocimiento del historial empresarial unido a la percepción que se tiene de  los componentes del equipo directivo y su profesionalidad determinan la imagen que tiene el banco de la empresa. Es por este motivo que una gestión financiera ejemplar y un equipo directivo profesional determinan los proyectos que una empresa puede llegar a financiar.

Conclusiones.
Es clave por tanto gestionar adecuadamente la reputación y eso se consigue siempre por el camino de la excelencia empresarial.